lunes, 18 de mayo de 2015

El Arte Románico fue un estilo artístico que dominó Europa entre los años XI y XIII. 

Este tipo de arte consiste en una agrupación bastante heterogénea en la cual se han conjugado diferentes propuestas: el arte cristiano, las varias opciones que se destacaron en la temprana Edad Media, tales como la bizantina, la romana, la pre románica, la germánica y la árabe. De todas ellas devino un tipo de lenguaje específico y coherente que se manifestó en las diferentes propuestas artísticas: escultura, arquitectura, pintura, entre otras. 

Al no haber sido el resultado de un único momento, de una sola nacionalidad, país y región es que en cada país que apareció, Italia, Alemania, España y Francia, lo hizo de una manera muy local, con características propias, aunque, esta situación no quita la suficiente unidad que también ostentó y que es la que hizo que al mismo se lo considere como el primer estilo artístico internacional propio de Europa. 

En tanto, su nacimiento se considera que fue resultado de diversas situaciones que empezaron a sucederse luego del siglo VIII, por ejemplo, la llegada al trono de Francia de los Capetos, la consolidación y difusión lograda por el Cristianismo, el comienzo de la Reconquista en España y muy especialmente la aparición de las lenguas románicas. Aproximadamente en el año 1000, una incipiente expansión económica como cultural desató una auténtica fiebre por la construcción y entonces ahí es que el arte románico tomó entidad como tal. 

Entonces, si bien como decíamos que cada Nación impuso su propia idiosincrasia al resultado final del movimiento artístico románico, lo cierto es que también presentó elementos universales, en arquitectura, éstos fueron: un pilar compuesto de núcleo prismático, el arco de medio punto, la cubierta de bóveda, la cúpula original sobre las trompas, las ábsides, los contrafuertes, arcos doblados, escultura monumental pero aplicada a la arquitectura y frisos decorativos.

La escultura, por su lado, estuvo estrechamente vinculada a la arquitectura, es decir, se la ha tomado como un elemento complementario de ésta última y aparece mayormente dedicada a la enseñanza de las diferentes escenas bíblicas con relieves de piedra para que fueran creíbles para los creyentes. 

Y en lo referente a Pintura, también se pueden apreciar una suma de estilos: de imitación bizantina, carolingio, visigodo, románico, irlandés y sus afines del Norte.



domingo, 17 de mayo de 2015

Historia

El Románico es el arte de la plena Edad Media y del Feudalismo. El estilo artístico se adapta a una sociedad ruralizada, inculta, controlada intelectualmente por la Iglesia. Por eso va a ser el arte de la irracionalidad, el oscurantismo y el misterio. Es un arte relacionado con la fe, surgido de una cultura teológica.
Existen una serie de rasgos culturales que determinan el estilo. El sentido de este mundo y de todos sus seres se encontraba en la religión. La teología es a la vez Física, Astronomía, Filosofía, etc. Todo lo humano está referido a lo divino. La Iglesia coacciona el pensamiento libre y desconfía de los individuos que se ponen a pensar por sí mismos y tratan de ver las cosas con “la luz de la razón”. Una luz más poderosa, la fe, lo iluminaba todo con suficiente claridad. Así vemos como el dogma religioso siempre produce irracionalidad y superstición, pero además produce la concepción de un mundo autoritario, inmutable, eterno y dogmático; algo que estaba muy bien así y no había porqué cambiarlo. 

El arte románico se caracterizo por contar con 4 etapas conocidas como: Primero Románico o Lombardo, Segundo Románico o Pleno, Tercero Románico o Italorrománico, el Románico del Gallego.

1. Primero Románico o Lombardo:
Denominado así por proceder de la Lombardía en el norte de Italia, región de la que como ya se ha comentado debieron de emigrar numerosos grupos de población a causa de las imposiciones de Carlomagno. Ya fuese por tierra o por mar o de ambas formas, el primer área peninsular a la que llegan estas gentes con sus habilidades edificativas fue la zona nordeste de la península.
SAN CAPRASIO EN SANTA CRUZ DE LA SERÓS (HUESCA) - LESENAS Y ARQUILLOS DECORATIVOS
Son varias las características que nos permitirán reconocer este modo de edificar. En primer lugar el material con los que están construidos, que básicamente corresponde al sencillo sillarejo apenas desbastado a maza y colocado a soga y tizón. La decoración escultórica brilla por su ausencia, siendo los motivos decorativos sencillamente geométricos: series de bandas sobresalientes en los muros a modo de pilastras llamadas lesenas, que junto con los arquillos ciegos bajo los aleros aportan un bello efecto de luces y sombras a los muros. En lo edificativo es frecuente el uso de bóvedas de arista y pilastras de triple esquina o pilares cruciformes en el caso de ser exentos. Presbiterio atrofiado y vanos con adintelados protegidos con arcos de descarga son sus detalles definitorios. También una pequeña orla de sillarejos alineada sobre el trasdos de los arcos, llamada "dobladura lombarda", muy utilizada en este estilo.




SAN MARTÍN DE FRÓMISTA (PALENCIA)2. Segundo Románico o Pleno: 
 El gran éxito de la consolidación y difusión del Arte Románico vendrá impulsado por una labor reformista de la Iglesia Romana eficientemente vehiculada por la orden benedictina de Cluny. Cada nuevo monasterio contribuye a multiplicar el mensaje tanto por medio de la réplica de códices en sus escritorios como por el estímulo para edificar nuevas iglesias siguiendo un patrón común.
ABSIDIOLO SUR DE SAN JUAN EN UNCASTILLO (ZARAGOZA)Este avance de la reforma gregoriana se manifestará por medio de un ingente número de iglesias que con su peculiar estilo proclaman alto y claro el triunfo del tandem Roma/Cluny.
Son templos cuajados de motivos decorativos, tanto escultóricos como pictóricos. Decoración en los muros, bajo los aleros, en los capiteles, en las ventanas, en las puertas de acceso; templos sin duda rebosantes de simbología. Todos estos elementos se aprovecharán para catequizar e instruir a un pueblo mayoritariamente analfabeto.






CARRIÓN DE LOS CONDES (PALENCIA). PANTOCRATOR DE LA ILESIA DE SANTIAGO
3. Tercero Románico o Italorrománico:
Es en este periodo cuando hay una mayor actividad en la fundación y edificación de monasterios cistercienses, considerados en ocasiones edificaciones protogóticas; pero que en opinión de Bango Torviso "No hay nada en esta arquitectura correspondiente al XII que pueda considerarse una novedad gótica, sino todo lo contrario. Son obras muy conservadoras respondiendo al espíritu de la Orden".
EUNATE (NAVARRA)
En lo escultórico, hallamos en esta fase tardorrománica una tendencia hacia el naturalismo con un retorno a modelos clásicos. Se piensa que sus autores conocieron el inicio del gótico francés y lo re interpretaron, generando bellas obras y creando escuela entre muchos seguidores ya en el XIII.



4. El Románico del Gállego: 
TORRE DE LÁRREDE ANTE EL PIRINEO NEVADOAsí definido por hallarse su núcleo principal sobre la orilla izquierda del río Gállego, entre Biescas y Sabiñánigo, al sur del puerto de Cotefablo contando con ejemplares en lo alto del Sobrepuerto de Biescas. A pesar de esta relativamente circunscrita localización de sus templos, también los hay alejados de este núcleo.
DETALLE DEL ÁBSIDE DE LÁRREDESus formas son mayoritariamente lombardas. Con particularidades que los hacen únicos, excepcionales y merecedores de una subclase propia. Pero dentro del primer románico, con el que comparten la mayor parte de sus características formales. La particularidad que los diferencia son detalles decorativos atribuibles en buena parte a elementos prestados del islam, cono los vanos rehundidos en alfiz, o los campanarios al modo de los alminares desde los que se llama a la oración.

sábado, 16 de mayo de 2015

Características

1. Hay que destacar que la arquitectura es en el Románico lo más importante. La escultura y la pintura no existen al margen de la religión y su lugar de destino es siempre el templo, la iglesia o el monasterio. La escultura y la pintura se supeditan a ornamentar el edificio románico.


2. El arte románico en general es muy geométrico, emplea formas simples, rotundas, que indican una vuelta a la sensibilidad primitiva y rural. Esa ruralización de formas que vimos al final del Imperio Romano la retomamos ahora. El Románico es un arte rural, de campo, lejos de los refinamientos cortesanos y de la sensibilidad urbana. Se busca la pureza de formas, líneas verticales y horizontales, arco sencillo, decoración tosca y sencilla, composición simple de volúmenes. En arquitectura la distribución de volúmenes y espacios es sencilla y simbólica.

3. Nunca se realiza una iglesia románica por el simple placer estético. Lo que prima es la exaltación religiosa. Una iglesia no es tampoco una bella composición espacial sino una ofrenda a Dios. La iglesia debe ser la plasmación del alma humana: la fachada es lo que primero se ve, es el rostro del edificio y por eso debe ser atractiva, pero el interior debe ser sencillo, fuerte, oscuro y recogido como el alma cristiana. Se olvida el concepto del arte autónomo y se convierte en un medio de alabanza a Dios.

4. Por último, la icono-grafía románica profunda no era comprendida por la gran masa de fieles. No es un arte controlado por siervos o villanos. Los sistemas arquitectónicos están en manos de los monjes al igual que toda la precaria ciencia medieval. Sólo ellos comprenden los complicados tratamientos simbólicos de fachadas y capiteles. Al fiel sólo le llega el resultado icono-gráfico final de la obra: el miedo, el castigo, la protección de la Iglesia pero no comprende la narración de la historia.

viernes, 15 de mayo de 2015

Pintura

La pintura románica mantiene la ausencia de la perspectiva y la actitud anti naturalista de etapas anteriores.La pintura fue muy importante en la época ya que todos los edificios debieron estar policromados. La pintura se situaba preferentemente en el interior.
El fondo es liso, por lo que la figura centra toda la atención del artista. El dibujo y los colores planos se yuxtaponen para crear intensos contrastes cromáticos.
Para delinear el contorno de la figura utilizan líneas gruesas de color negro o rojo, mientras que la forma de los rostros se consigue mediante manchas rojas redondeadas en mejillas, barba y frente. El espacio se crea por la distribución de las figuras en el espacio. La técnica más utilizada fue la del fresco, lo que requería una cierta preparación del muro: estucado. También se pintó sobre tabla, para poner en los altares. La composición seguía las convenciones del relieve. Al igual que la escultura, su ubicación en el templo también está esquematizada.
    
En la pintura románica destaca la miniatura, que está realizada por gente letrada. Su objetivo era el de decorar libros para la gente que sabía leer, por lo que no tiene la intención didáctica de las demás obras.
Entre los temas más representados en la pintura románica destacamos los que salen del último libro de la Biblia: el Apocalipsis. Esto se debe a la mentalidad de la época, muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final. Otro tema podía ser el de el Tetramorfos, que representa a los cuatro evangelistas acompañados de sus símbolos, aunque a veces estos símbolos aparecen solos: toro (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan) y ángel (San Mateo). Este tema iconográfico se seguirá utilizando en el gótico.
   
Se trata en general de imágenes hieráticas, sin movimiento y bastantes antinaturalistas. La anatomía está bastante desproporcionada, y no existe la perspectiva.
La pintura mural románica es una pintura bidimensional, sometida a un soporte que viene determinado por la arquitectura. Este arte se apartará de la imitación de la realidad para dar una imagen interpretativa, un símbolo, en el que se busca la esencia de lo que epresenta. Las figuras se dibujaban según ejes verticales y horizontales de simetría. La línea es el elemento predominante, dibujando las figuras y definiendo las zonas donde se aplicarán los colores. Entre los colores utilizados por el pintor románico destacamos el color blanco de la cal, el negro del hollín, pigmentos como el ocre amarillo, verde, azul…

jueves, 14 de mayo de 2015

Arquitectura

La arquitectura románica surge ante la necesidad de proveer a las iglesias de mejores techos que los de madera, que sucumbían con el tiempo y a los frecuentes incendios por el uso de velas en la iluminación. Para sustituir los techos soportados por una armazón de madera se acude a las bóvedas lo que trae como consecuencia que toda la estructura de la edificación tenga que adaptarse a ellas. De esta forma nacen los contrafuertes exteriores, los pilares formados por la unión de diferentes elementos de soporte, las estructuras de crucería, la proliferación de los arcos de medio punto y otros elementos que caracterizan el estilo arquitectónico. Son las iglesias la construcción mas representativa del estilo románico.
    


La planta:  Las iglesias románicas tenían una planta en forma de cruz latina (como un crucifijo) con su eje mayor orientado de Oeste a Este. La construcción en el eje mayor era la nave principal, usualmente dotada de una nave central y dos naves laterales separadas por columnas. La nave central comúnmente era del doble del ancho y altura que las naves laterales. La longitud de la nave principal era cuatro veces mayor que el espacio cuadrado comprendido en la intersección de esta nave con la nave trasversal (crucero). El tramo oriental de la nave principal, llamado coro, terminaba en un semi-círculo que constituía el ábside. Las naves laterales en ocasiones rodeaban todo el coro por detrás y daba lugar a la girola, en la que se colocaban una serie de capillas que daban un gran efecto a la iglesia vista desde el exterior. Sobre la intersección del crucero con la nave principal era frecuente que se colocara una cúpula de base octogonal.
Planta constructiva románica

La estructura: Como ya hemos mencionado la techumbre era abovedada, y se usaba la bóveda de cañón o de medio punto cuya forma es semi-circular sustentada tanto por columnas como por pilares, y a veces por pilares y columnas. Para estructurar las naves y soportar la bóveda estas se dividían en tramos cuadrados en cuyos vértices se erigían los pilares. Los pilares se prolongaban hasta el nacimiento de la bóveda y a partir de allí se continuaban con el llamado arco fajón que unía los pilares en las caras frontales del cuadrado, llamados pilares fronteros. En la dirección longitudinal de la bóveda los pilares se unían también a través de los arcos formeros. Mas adelante se comenzó a utilizar la práctica de unir los pilares de las esquinas del cuadrado con arcos en diagonal que se cruzaban en el centro del cuadrado (y por tanto de la bóveda) llamados clave lo que dio lugar a la estructura o bóveda de crucería.
Bóveda de crucería

Las columnas: Las columnas tienen el fuste (la parte recta y mayoritaria de la columna) cilíndrico y en ocasiones octogonal y son mas gruesas que la columna clásica (se refiere a las columnas griegas y romanas) pero sin seguir una modulación definida como en aquellas. Sus capiteles varían mucho ya que no existían reglas "usuales" debido principalmente a la falta de unidad y comunicación entre los arquitectos de las distintas ciudades y países que trabajaban por separado, a diferencia de como sucedió en Grecia y Roma dada su unidad como pueblo, hay que sumar a esto el deseo de renovación que se respiraba en la época. El capitel mas usado era el cúbico aunque su forma se apartaba del cubo en la unión a la columna buscando una transición armónica entre la forma cuadrada del ábaco existente al final del fuste y la cúbica del capitel. Normalmente el capitel estaba decorado con dibujos simples de cintas o trenzas. También se utilizaron capiteles de tipo historiado en los que la decoración era a base de esculturas de diferentes tipos de acuerdo a la "historia" que represente. Otra forma de capitel, de origen árabe, es el capitel doble este tiene un solo ábaco que está sustentado por dos columnas.

Las fachadas:
Usualmente la nave principal mas alta da lugar a un frontón.
Se utilizaban las llamadas fajas lombardas de origen italiano que eran unos contrafuerte pequeños en forma de pilastras unidos en su parte superior por los arcos ciegos de medio punto.
Fachada de la basílica de San Zeno
Se construyen torres o campanarios a los lados que ayudan a soportar el empuje de las bóvedas y sirven además como elemento característico y ornamental. También no se puede olvidar que desde estas torres se llama a los fieles al culto por medio de repique de campanas lo que constituye una característica nueva del estilo.
La parte alta de las paredes con frecuencia se decoraban con filas de pequeños arcos de medio punto ciegos para romper la monotonía del muro.
Nace en el románico el rosetón, una ventana circular de grandes dimensiones con un friso también circular formado por arcos de medio punto pequeños unidos radialmente a un núcleo central con el uso de columnitas.
Las puertas se decoran con las arquivoltas que son una serie de arcos concéntricos de radio decreciente que yacen sobre las puertas y colocados en planos distintos de forma que a medida que el radio es menor está más adentro en el muro acercándose al arco de la puerta.
Iglesia de Santo Domingo de Soria


Los claustros: Los claustros son dependencias arquitectónicas típicas del románico. Estos rodean un patio central abierto y son pasillos techados separados del patio por un zócalo o podium de piedra sobre el que se soportan filas de columnas por pares con sus correspondientes base y capitel que están unidas en la parte alta a través de arcos de medio punto.
Claustro de la Catedral de Gerona

miércoles, 13 de mayo de 2015

Escultura


La escultura románica estaba supeditada a la arquitectura, concebida como parte integrante del edificio. El material preferido es la piedra, pero también se usa la madera, generalmente policromada, el marfil, y el metal. La talla de piedra es plana; la talla se hace más profunda a partir de la segunda mitad del s.XII, los plegados más voluminosos y curvados y las figuras más reales.
El estilo es antinatural y simbólico, con clara tendencia a la abstracción, de influencia bizantina. En la composición, muy clara y ordenada, imperan el “horror al vacío”, la frontalidad, la simetría, el equilibrio, la isocefalia (todas las cabezas colocadas a la misma altura) y las líneas curvas. Las figuras son hieráticas y severas, sin volumen. No tiene perspectiva ni profundidad, se rigen por la ley de adaptación al marco, lo que favorece las deformaciones. El escultor no busca la belleza sino la expresividad, por eso están desproporcionadas y sus rasgos exagerados o deformados.
La escultura tiene una clara función didáctica, no ornamental. Su finalidad era enseñar a los fieles, por lo general analfabetos, los dogmas y principios del Cristianismo. En un mundo teocéntrico, dominado culturalmente por la Iglesia, las imágenes debían instruir y excitar a la piedad a los fieles, enseñándoles cómo salvarse imitando la vida de Cristo y de los santos. Era una Biblia en piedra.





La escultura en relieve:
Imagen:France laMadadleineVezelay tympanum a.jpg
Se desarrolla preferentemente en las portadas. En el tímpano aparece el Pantocrátor o Cristo en Majestad, bendiciendo con una mano y portando en la otra un libro sagrado o la bola del mundo, metido en la mandorla o almendra mística y rodeado del Tetramorfos -representación de los cuatro evangelistas o sus símbolos que aparecen en el Apocalipsis-. En el Juicio Final se le representa como Juez Supremo, con los bienaventurados a la derecha y los condenados a la izquierda. A fines del siglo XII, Cristo aparece más humano, mostrando las llagas de las manos y rodeado de santos y ángeles. En las arquivoltas se representan los 24 ancianos del Apocalipsis y en las jambas los profetas, apóstoles...
Los capiteles se decoran con temas muy variados, geométricos y vegetales; de fauna fantástica de origen oriental (monstruos, arpías, dragones...); con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento o profanas (fiestas, trabajos cotidianos, fábulas, temas eróticos...). Los frisos se esculpen con escenas ordenadas, en horizontal o vertical, que cubren la pared total o parcialmente.




La escultura exenta o en bulto redondo:
El tipo más usual de Cristo románico es el Crucificado de cuatro clavos, rígido y de ojos saltones, bien con corona de rey (Majestas domini) o desnudo con faldellín hasta las rodillas.
   

La Virgen aparece siempre con el Niño en brazos, como Virgen-trono de influencia bizantina, representada de frente y rígida, sedente, con el Niño en sus rodillas; también en actitud de bendecir, a veces con un libro o el mundo en sus manos. No es una madre.